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viernes, 27 de mayo de 2011

LA DÉCIMA LAMBAYECANA: TRADICIÓN LITERARIA

Por Luciana  Estrada


Sabernos expresar es importante, pues con nuestras palabras comunicamos nuestros sentimientos, deseos, conocimientos y en general lo que somos y nuestra historia, es por ello que saberlo hacer es necesario en nuestra vida, pero hay una forma de expresión que caracteriza a los “maestros” del pueblo de Zaña y es que ellos nos comunican una grandiosa historia por me dio de las décimas. 


Para empezar este tema definiremos lo siguiente:

¿QUÉ ES LA DÉCIMA? :


Genéricamente una décima es una estrofa constituida por 10 versos octosílabos, con rima consonante distribuida de esta forma: a/b/b/a/a/c/c/d/d/c. 

La décima no pretende cambiar o modernizar el lenguaje, ya que no se trata de un palabreo sin sentido, sino que siempre estuvo bajo las órdenes de la rima, la métrica y el ritmo pautado. 



La décima busca satirizar y darle un tono pintoresco a la vida y a las costumbres: así como dicen que cada momento de la vida tiene una canción que le representa, para los zaneños es una décima la que cuenta cada vida; expresa en otras palabras las realidades de la vida, ya sea las tristezas, alegrías, dolores, anécdotas, etc. 

 La décima no ha cambiado mucho pero ha cambiado el tipo de mensajes y situaciones, ya no sólo habla del presente o del pasado, sino que también nos habla del futuro.

La décima en la región Lambayeque tiene su origen y representantes en Hildebrando Briones Vela (Zaña), Raúl Ramírez Soto (Chiclayo), José Huertas Medianero (Reque) y en Víctor Hugo Parraguez Vásquez (Ferreñafe); y, sus continuadores en Miguel Reynoso, Manuel Mundaca Zapata, entre otros. 

UN DUELO DE PALABRAS

Aunque hoy son menos los zaneños que cultivan este arte, antes era una forma de expresión cotidiana, que animaban toda fiesta de “rompe y raja” (al ritmo de un cajón y una guitarra) y tal vez sea producto de la rica chicha de jora o de la noche que empezaban a develar aquellos problemas que se tenían los amigos, compadres, vecinos o enemigos, iniciándose así un duelo de décimas. Estas décimas eran una manera muy elegante decirle “sus verdades” a rival de amores o al compadre que no ha cumplido a cabalidad con su rol. 

Pero las décimas no son sólo para expresar problemas en verso, sino para meditar sobre la realidad y hasta un poco de ciencia reflexionar: 

A que usted no me adivina 
cuál de los dos fue primero: 
entre el huevo y la gallina, 
¿fue la gallina o el huevo? 

En ocasiones los enfrentados eran mas de dos, por ello iniciaba un torneo de décimas, o los temas abordados en el conflicto eran más de dos, por eso en ese caso tenían que ser tantas décimas como temas en litigio

UNA GRATA EXPERIENCIA EN NUESTRA INSTITUCIÓN


En nuestra institución “PERUANO ESPAÑOL”, tuvimos la suerte de tener una experiencia cultural de este tipo, llevábamos como curso tradiciones verbales del mundo (poemas, décimas, cumananas, etc.), tuvimos como profesor a uno de los continuadores de la décima más importantes de la región Lambayeque: Manuel Mundaca Zapata. 

Fue gracias a este profesor que yo aprendí a declamar y pude obtener el primer puesto en el área de declamación en el concurso de talentos organizado por la institución. 

Hace un año el colegio organizó un encuentro de poetas, el encuentro fue internacional, reunió poetas de Chile, Perú, etc. Aquel encuentro fue grandioso yo y otro compañero tuvimos la suerte de participar en ese magno evento y conocer a grandes poetas regionales como Hildebrando Briones Vela e internacionales. 

Esta experiencia fue maravillosa e inolvidable, estar rodeada de grandes íconos de la declamación peruana era fabuloso. 

De seguro has ido por Zaña, cuéntanos cuál fue tu experiencia al escuchar una décima, y si no has tenido la oportunidad, ¿qué esperas?
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