Duvan Smith Rodriguez Dávila
En el norte del Perú, la celebración de la Semana Santa adquiere diversos matices, uno de ellos es el huaqueo, que es la excavación clandestina en sitios arqueológicos con el propósito de extraer bienes culturales.
Algunos pobladores de Lambayeque tienen la falsa creencia de que en esta fiesta religiosa afloran tesoros de la tierra. Este mito no tiene ningún sustento, pero es usado como un pretexto para el huaqueo.
Durante el día, mientras recorren el terreno con una vara metálica larga y resistente, van clavándola sistemáticamente en la arena, sondeando el subsuelo, hasta sentir que ésta se hunde sin esfuerzo, o advertir que algo cruje y se rompe debajo de la superficie. Esa es laseñal esperada. Entonces, colocan algo que identifique el sitio y se retiran, pararegresar por la noche e iniciar la excavación clandestina.
Esta costumbre fue traída por los españoles, pero nunca formó parte de nuestra tradición porque en la época antigua se tenía mucho respeto a los muertos
Significa saquear el contenido de los restos arqueológicos por personas inescrupulosas dedicadas al comercio ilícito de bienes culturales
El jefe de la Policía de Turismo de Lambayeque, Cristóbal Fernández, advierte que esta actividad es ilegal. “La ley establece que los bienes culturales no descubiertos integran el Patrimonio Cultural de la Nación y los que fueran descubiertos en predios privados son propiedad del Estado”
Las zonas más depredadas por los huaqueros son Cerro León, en Zaña; Cerro Corbacho, en Cayaltí; Ventarrón, en Pomalca; Pampa Grande, Chongoyape, Pátapo y Ferreñafe.
El Código Penal establece entre tres y ocho años de cárcel por atentar contra el patrimonio cultural
El arqueólogo Walter Alva destaca que los daños producidos por el huaqueo en santuarios y monumentos arqueológicos de Lambayeque son incalculables y no pueden ser reparados.
Los huaqueros obtienen una ganancia mínima. Los que se llevan un buen dinero son los intermediarios, dependiendo del estado de conservación de las piezas y de si se trata de un objeto valiosísimo o de gran demanda en el país o en el mercado negro
A diferencia de los huaqueros, los arqueólogos examinan las zonas que contienen restos de antiguas culturas con mucho cuidado porque, después de la primera excavación, toda la información que se obtiene resulta alterada y, con ello, se pierde información importante para reconstruir el pasado.
Los operativos policiales demostraban la ilegalidad del saqueo, y la difusión a través de los medios de prensa regional, desarrolló progresivamente una noción de su valor histórico y pertenecía a la Nación
Se trata de una actividad ilegal y altamente destructiva que la ley castiga. La ley señala que los bienes culturales no descubiertos, integran el Patrimonio Cultural de la Nación, y los que fueran descubiertos en predios de propiedad privada, son propiedad del Estado, pues se busca proteger el pasado común de todos los peruanos.
Los huaqueros nos roban trozos que son episodios de nuestro pasado.
Acerca de los huaqueros:
La mayoría de huaqueros trabajan para los traficantes de arte, quienes controlan con la mafia internacional de saqueadores, ladrones, exploradores, quienes comercializan con nuestro patrimonio.
Las zonas más depredadas por los huaqueros son Cerro León en Zaña; Cerro Corbacho en Cayaltí; Ventarrón en Pomalca; Pampa Grande, Chongoyapé, Pátapo y Ferreñafe.
El saqueo masivo de los monumentos abastecía el insaciable tráfico de bienes culturales, para abastecer a los coleccionistas de obras de arte, nacionales y del exterior.
Millares de perforaciones y monumentos destruidos son el resultado de este inmanejable fenómeno.
Podemos estimar que las más reconocidas colecciones privadas de arte prehispánico y museos del Perú y el mundo, se han abastecido en un alto porcentaje con piezas arqueológicas procedentes de Lambayeque.
Los últimos 40 años han sido decisivos para cambiar este panorama, actualmente se cuenta con evidencias que colocan a la región entre los centros originarios de cultura, con una antigüedad que llega hasta los 8000 años antes del presente; habiéndose también consolidado los conceptos de tradiciones propias, así como la aceptación de una inconfundible cultura regional que incluso influenció algunas áreas vecinas.
Actualmente los monumentos y yacimientos arqueológicos significativos, visibles y formalmente reconocidos, solo en esta región alcanzan un total de 298
El huaqueo no solo destruye las cosas materiales, sino que también destruye años de historia que nos sirve para poder reconstruir nuestro pasado y así, poder identificarnos con nuestra cultura.